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violencia a bordo de esta nave me hace sospechar que yo, y mis otros compañeros de
aventura, debimos vernos exiliados de Dos Mundos por algunos ignorados delitos.
 ¡Atiza! ¡Y entonces enviaron a los Cazadores en su persecución! ¿Pero por qué se
quedaron todo ese tiempo en Stonehenge?
 Había una fuente de fuerza que alimentaba las pantallas de radar  me explicó
Foster  . Los Cazadores necesitaban una fuente de energía eléctrica para sobrevivir;
hasta hace sólo cien años, aquélla era la única fuente eléctrica natural del planeta.
 ¿Cómo descendieron al pozo sin perforarlo?
 Dándoles tiempo, pueden pasar a través de las sustancias porosas. Pero, claro está,
anoche irrumpieron a la superficie, atraídos por mi presencia.
 De acuerdo. ¿Y qué ocurrió luego de haber enterrado usted a su amigo?
 El Diario cuenta que fui rodeado por los nativos, hombres que vestían pieles de
animales. Uno entró en el bote. Debió mover la palanca de mando. Se elevó, dejándome
a mí en la Tierra.
 Esto explica su esqueleto encontrado en el bote  musité  , el que llevaba el collar
de dientes de oso. ¿Pero por qué no pasaría a la nave?
 Indudablemente lo hizo. ¿Pero recuerda el esqueleto que vimos junto al portillo de
entrada? El salvaje debió asustarse ante su presencia. Probablemente le pareció un
indicio de lo que le esperaba en la nave, y retrocedería al bote. Allí murió de inanición.
 El se vio prisionera del mundo de usted, y usted del suyo.
 Exactamente  asintió Foster  . Y al parecer, yo comencé a vivir entre aquellos
salvajes y me convertí en su rey. Me quedé en torno al círculo de aterrizaje muchos años
en la esperanza de ser rescatado. Como no envejecía, al paso que los nativos sí, me
consideraron como un dios. Habría construido un aparato de señales, pero por allí no
había metales puros, nada que yo pudiera emplear. Intenté enseñarles mi cultura, pero
era labor de siglos.
 Tal vez hubiera podido fundar una escuela y enseñarles a los más listos  apunté.
 No había falta de cerebros inteligentes  repuso Foster  . Es seguro que los
salvajes poseían sangre procedente de los Dos Mundos. La Tierra debió recibir hace
muchos miles de años una semilla procedente del exterior.
 ¿Pero es que pudo usted seguir viviendo durante tantos siglos? ¿Es que ustedes, los
superhombres, viven eternamente?
 La expansión natural de la existencia es muy grande. Entre los terrestres, hay una
enfermedad desgastadora, por lo que todos ustedes mueren jóvenes.
 No es una enfermedad  objeté  . Es que uno envejece naturalmente y la diña.
 La mente humana es un instrumento magnífico, que no puede deteriorarse con
rapidez.
 Tendré que adquirir una de éstas, entonces  me burlé  . Bien, volvamos a usted.
¿Por qué no contrajo esta enfermedad?
 Todos los vallonianos estamos inoculados en contra.
 Tendrá que procurarme una inyección. Continúe.
Foster fue pasando las páginas del librito.
 Regí a muchos pueblos, bajo distintos nombres. Anduve por muchas tierras en busca
de hábiles obreros metalúrgicos, sopladores de vidrio, hombres sabios. Pero siempre
volvía al círculo de aterrizaje.
 Debió ser muy duro  me apené  , verse exiliado en un mundo extraño, viviendo
en selvático estado, siglo tras siglo.
 Mi existencia no carecía de interés. Vi como la gente salvaje abandonaba las pieles
de animales y aprendía una nueva civilización. Construí una gran ciudad y probé una
tontería: enseñarle a su noble casta el código de la caballería de los Dos Mundos. Pero
aunque se sentaron en una mesa redonda como la gran Tabla Circular de Okk-Hamiloth,
no llegaron a comprender nada, en realidad. Y después comenzaron a tornarse más
sabios, y se rebelaron contra su rey, que no había envejecido. Los abandoné, y probé de
nuevo la construcción de un señalizador de gran distancia. Los Cazadores se dieron
cuenta, y me persiguieron. Logré desvanecerles con la luz, pero entonces sentí curiosidad
y les seguí hasta su nido...
 Lo sé  le interrumpí  . Era un lugar que usted conocía de antiguo; no una
colmena, sino un Pozo construido por los hombres.
 Me arrollaron y apenas logré escapar con vida. El hambre había vuelto perversos a
los Cazadores. Pretendían extraer de mi cuerpo toda la energía de la vida.
 Entiendo. De haber sabido que el transmisor estaba allí, habría podido atraer de
nuevo la nave a la Tierra. Pero no lo sabía. Así que puso un océano entre usted y los
Cazadores.
 Pero volvieron a encontrarme. A cada nuevo encuentro mataba a muchos, y los
demás huían. Pero siempre quedaban unos cuantos, decididos a exterminarme.
 ¿Y no pudo construir el señalizador?
 No, fue un vano intento. Sólo una técnica altamente desarrollada hubiera podido
suplir la falta de materiales adecuados. Yo sólo podía enseñar lo que sabía, animar el
progreso de las ciencias y esperar. Y entonces empecé a olvidar.
 ¿Por qué?
 Una mente se va debilitando  me explicó Foster  . Es el precio de la longevidad.
Debe renovarse. Las penas y privaciones apresuran el Cambio. Yo llevaba ya siglos [ Pobierz całość w formacie PDF ]

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